- Acude a tu
médico para un buen diagnóstico.
- Busca un
fisioterapeuta para que te ayude con terapias físicas y necesites menos
substancias químicas.
- Controla tu
peso.
- Has ejercicio
moderado, la natación y caminar suelen ser los mejores.
- Evita
permanecer mucho tiempo de pie o sentado. Utiliza una buena silla con
respaldo adecuado.
- Procura
moverte cuando empieces a notar molestias ligeras.
- Sobre todo
observa las posiciones de tu cuerpo que facilitan la aparición de dolor y
procura prescindir de ellas.
- Aprende lo que
es tener una buena postura sentado y de pie, así estás casi todo el
tiempo, vale la pena hacerlo bien.
- Duerme sobre
un buen colchón, en una buena posición, nunca boca abajo.
- Si tienes que
hacer esfuerzos o no, aprende a manejar cargas, en algún momento lo vas a
necesitar y si lo haces mal lo pagarás caro.
Prácticamente todas las personas han
padecido dolor lumbar, y casi con toda seguridad las que no lo han padecido lo
padecerán. Es un dolor insidioso que cuando se instala se resiste a
abandonarnos, si comprendemos un poco más alguno de los porqués, entrará dentro
de lo posible evitar las peores fases de dolor agudo a que nos podemos ver
sometidos.
Hay que tener en cuenta que mantener
la postura sobre dos puntos (piernas) de apoyo requiere un esfuerzo tan inmenso
que apenas ninguna otra especie sobre el planeta ha optado por semejante
sistema para desarrollar su locomoción. Pasar de un apoyo en cuatro puntos a un
apoyo en dos, supone unos cambios estructurales inmensos, no solo es que ahora
ya no está repartido el peso de forma equilibrada por toda la espalda y la zona
lumbar se convierte en el pilar que ha de sustentar cualquier esfuerzo y
desequilibrio.
La bipedestación somete a presiones
excesivas nuestros discos intervertebrales, los prensa, los transforma con el
paso del tiempo, pierden funcionalidad y puede aparecer dolor lumbar. Aparecen
tensiones musculares ligadas a los cambios adaptativos y al dolor, más tensión
produce más dolor y más dolor más tensión, aparece un círculo vicioso del que
parece no poder salirse. El cuerpo procura adaptarse mecánicamente a este
proceso de sufrimiento para evitar parte del calvario, se producen
rectificaciones de la columna, deformaciones que a corto plazo son
adaptativas pero que a medio y largo plazo van a complicar aún más la
patología lumbar.
Hay que tener presente que se deben
fortalecer los abdominales y relajar la musculatura lumbar, y no lo contrario. Con
ello estaremos logrando un equilibrio muscular, que es en resumidas cuentas lo
que nos produce el temible lumbago. El uso continuado de fajas, que en
principio y durante breve espacio de tiempo puede ser una ayuda, pero a largo
plazo empeora la patología.
EN
RESUMEN:
- Ante cualquier
patología lo primero un buen diagnóstico.
- Procura que
cualquier esfuerzo recaiga sobre las grandes masas musculares de las
piernas, es por eso que para prevenir riesgo al levantar pesos elevados
has de hacerlo con caderas y rodillas flexionadas.
- Mantén un buen
balance de fuerza física, cuida tu musculatura para cuidar tu espalda.
- Procura no
permanecer en una misma posición por largo tiempo.
- Si has de
transportar objetos de cierto peso hazlo siempre de forma que estén lo más
pegados a tu cuerpo.
- Un
fisioterapeuta te ayudará a mejorar tu postura y tu fuerza y será tu
mejor colaborador en el tratamiento y prevención de las patologías de la
espalda.
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